Apostasía

Genesis 1:27 «Creó, pues, Elohim al hombre a imagen suya, a imagen de Elohim creóle; macho y hembra los creó.

Formalización

En el Código de Derecho Canónico, la apostasía queda definida en el Canon 751: «...la apostasía es el rechazo total a la fe cristiana...»

La apostasía formal, es cuando un hombre o mujer vivos, a través de un acto escrito, llamado declaración de apostasía, decide abandonar la Iglesia Católica y a su Corporación.

En el Código de Derecho Canónico, no se especifica su registro en los Libros de Bautismo, y tampoco se establece un procedimiento a seguir. Por tanto, el Canon 1364 deja esta función en manos del Obispado.

Para que la apostasía formal pueda realizarse, interpretando los Cánones 1086 y 1124 del Código de Derecho Canónico, se requiere que el apóstata declare de forma escrita la decisión interior de salir de la Iglesia Católica y su Corporación, a través de un proceso escrito y, por último, que una autoridad de la Iglesia Católica autorice el proceso para que se asiente en el libro de Bautismos, y así conste esta decisión.

La apostasía implica que:

  • La Iglesia Católica y su Corporación ya no tienen jurisdicción sobre los hombres y mujeres vivos.
  • No poder ser padrino de bautismo o confirmación.
  • La exclusión de los sacramentos: bautismo, confirmación o crismación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos, orden sacerdotal, matrimonio y las exequías.
  • No poder pertenecer a asociaciones públicas de fieles.

Por lo que, una vez realizada la apostasía y recibida la notificación por parte de la Iglesia Católica, de la aceptación de este acto por parte de ellos. Cualquier acto que previamente se haya realizado con ellos, es nulo de pleno derecho.

El hombre vivo rafael segador castaños / : rafael: segador-castaños formalizó su abandono de la Iglesia Católica, haciéndose en la partida de bautismo la siguiente inscripción marginal: «Abandono de la Iglesia por acto formal el día 29 de enero de 2019.» El cual se comunicó a los efectos oportunos el 25 de febrero de 2019, por el Obispado de Orihuela-Alicante.